¡Que no te pase como a María!

La diferencia entre la vida y la muerte la hace una mastografía a tiempo. Sí, en estos momentos puedes tener cáncer de mama y no saberlo. Por eso, te invito a que agendes tu mastografía si aún no te has hecho el estudio.

Seguramente has escuchado con frecuencia, todo este mes de octubre, sobre la importancia de la prevención del cáncer de mama. Hacerte una mastografía puede salvarte la vida, ya que gracias a este estudio se puede detectar cualquier anomalía que haya en tus senos. El estudio es muy sencillo y con muy pocas molestias ¡no tengas miedo!

Muchas de las pacientes llegan temerosas por lo que pueda encontrarse en su mastografía (también llamada mamografía), sin embargo, cuando se detecta algún tumor en etapas tempranas y se erradica por completo el cáncer, valoran esos 20 minutos que les tomó ir a hacerse su revisión anual.

Por el contrario, aquellas pacientes que llegaron con síntomas avanzados, generalmente quisieran retroceder el tiempo y haber acudido a sus revisiones preventivas.

Hay muchos testimonios sobre lo que es vivir con cáncer de mama, sobre lo que desearían haber hecho antes del diagnóstico en pro de su salud; me llama especial atención el caso de María, quien con más de 40 años, madre ocupada y “sin tiempo para otras cosas”, comenta que nunca creyó importante hacerse chequeos, incluso cuando empezaron los primeros signos como el enrojecimiento e hinchazón, los dejo pasar, con el argumento de ser “molestias de la edad”. Como seguro ya supones, el cáncer fue avanzando hasta que las molestias no le dieron más remedio que acudir a hacerse estudios, confirmando un cáncer de mama en etapa avanzada. Ahora, la lucha es más grande, un día más de vida es todo un privilegio y aunque ha pasado por tratamientos extenuantes y mastectomía, sigue luchando como una guerrera. Y cuando habla de su caso siempre menciona que al cáncer le hubiera ganado ya la batalla, si no hubiera dejado para después sus revisiones. ¡Que no te pase como a María!

Se termina octubre, mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, pero no con ello el que debas poner como prioridad tu salud y prevención. A partir de los 40, o antes si te consideras en riesgo, acude a hacerte una mamografía una vez al año. Siempre tendrás cualquier mes del año para hacerte el estudio, el realizártelo refleja un acto de amor propio que eternamente agradecerá tu cuerpo.

Y tu, ¿qué tanto te quieres? #SiMeQuieroMeReviso